No han pasado ni 24 horas desde que el Gobernador Wreletilnek firmó el Pacto de Mayo, donde su artículo 5 los compromete a realizar “una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio”. Lejos de esto, este nuevo impuestazo provincial prevé un aumento de alícuotas del Ingreso a los Ingresos Brutos, uno de los impuestos que recauda la provincia. Este impuesto afecta desde la producción minera, los servicios financieros, los servicios de entidades de tarjeta de compra y/o crédito hasta la telefonía móvil y fija y los servicios de internet.

Es decir, afecta a todos. Al que produce, al que vende servicios o a cualquiera con un teléfono celular o móvil.

El mismo Pacto que Weretilneck firmó con la mano y ahora intenta borrar con el codo, plantea la necesidad de reducir el gasto público. Lejos de ello, el gobierno de Río Negro quiere subir Ingresos Brutos, que representa el 78% de los ingresos tributarios de la provincia. La fiesta de unos pocos, y los mismo de siempre, la vamos a pagar a todo.

Venimos de años de despilfarro, un gasto desmedido y sin planificación desde el Estado. Servicios públicos de mala calidad, la creación de puestos políticos sin lógica y el aumento de gastos monárquicos por parte de lo que el presidente Milei muy nítidamente conceptualizó como la CASTA. La sociedad viene siendo clara y contundente, tenemos que terminar con estas prácticas.

Este nuevo impuestazo, además de no sintonizar ni por un segundo el pedido social, nos deja expuestos nuevamente a los responsables de la realidad rionegrina, que ante la falta total de una capacidad de gestión digna, se vuelven a aprovechar de aquellos que cada mañana se levantan realmente para sacar la provincia adelante.

Por supuesto que vamos a votar en contra de semejante iniciativa degradante, y alertamos a la sociedad para que vea bien cómo votan sus representantes en la próxima sesión. No vaya a ser cosa que muchos que se abrazaron a la idea de cambio en 2023, ahora estén acordando favores a espaldas a la sociedad laburante que solo quiere vivir mejor.