En esta oportunidad serán conocidos los detalles del hecho, según el avance de la investigación hasta el momento y la imputación que se le endilgará al sospechoso de disparar contra el jovencito.

El hombre cuyo apellido sería Barrera se entregó a las pocas horas de ocurrido el hecho que podría estar vinculado a un presunto robo “de un pobre a otro” como señalaron algunos vecinos.

La fiscalía tendría también el resultado de la autopsia practicada hoy y una serie de pruebas que la habilitarán para formular cargos contra este adulto mayor de 35 años que habría disparado el arma de fuego causándole la muerte al jovencito.

Durante toda esta jornada ha llamado la atención el silencio en el que se han mantenido los funcionarios a cargo de la Secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia -Senaf- tras este grave hecho en el que perdió la vida un adolescente que según trascendido se encontraría bajo la tutela de este organismo proteccional que “trabaja con intervenciones pensadas y evaluadas a fin de garantizar el cese de la vulneración de niños, niñas y adolescentes”, según se ha especificado desde la misma secretaria al referirse a la función que cumplen.

No se ha desmentido ni confirmado que el adolescente -que había sido identificado como partícipe en un homicidio en Choele Choel ocurrido hace un tiempo- haya dependido de la protección de este organismo.

Protección y función con la que fueron implacables algunos vecinos del barrio Lavalle y Mi Bandera al señalar a Lo Principal que la Senaf “es la parte más vulnerable de este gobierno.
Creen que por llevarlos a un comercio y comprarles un par de zapatillas, un conjunto original y traerle comida a sus familias los contienen”.

Otro vecino consideró que esas no son soluciones que ataquen el problema como las drogas, la falta de capacitación y de trabajo. “No manejan ni el Caina menos la problemática del barrio que sigue sumando chicos en la placita y las esquinas como en donde ocurrió este hecho”, agregaron con preocupación pero, sobre todo, con el cansancio de no ser escuchados “empezando por los políticos”.

Opinaron que si “a los pibes no los capacitan para que consigan un trabajo, tengan una ocupación, no habrá solución”, al agregar que en la placita del barrio son unos 40 los pibes que se reúnen. Cada vez son más y los organismos de protección, bien gracias”.

Ayer se observó refuerzo policial en todo el sector del Lavalle y Mi Bandera que tampoco es una solución ni se puede mantener en forma permanente. La respuesta pasa por otro lado y los vecinos de este sector -el más densamente poblado de Viedma- gente de trabajo que la lucha a diario sigue esperando soluciones bajo una situación de inseguridad cada vez mayor.

Sólo con observar las rejas en las viviendas, la atención puertas abiertas de los negocios hasta cierta hora de la jornada, la advertencia de los adultos a sus hijos de no sentarse frente a las ventanas por temor a que “en algún momento nos ingrese una bala” grafícan la problemática que describen los vecinos.