Según testimonios recogidos por LU15, hay malestar en la comunidad educativa porque entienden que las autoridades “minimizan lo que pasa” ya que el mismo joven habría protagonizado otras amenazas similares.

“Se pidió el cambio a otra escuela del joven o que pudiera seguir estudiando desde su casa pero Educación no hizo nada de eso” comentó, preocupada una madre.

El sistema educativo mantiene una política de inclusión que no permite alejar a los alumnos del ámbito educativo para permitir la máxima escolarización de todos. Donde trastabilla el sistema es cuando uno de los jóvenes muestra actitudes agresivas o intimidatorias y las autoridades se empecinan en dejarlo en el mismo lugar.

“El chico hace rato que dice que no quiere estar en esa escuela. Viene dando señales y nadie hace nada. No hay que olvidar a Junior en Patagones. ¿Qué más hay que esperar para mandarlo a otra institución?” indicó un oyente de la emisora.

El ministerio de educación deberá dar respuesta al reclamo de los padres, alguno de los cuales plantearon retirar a sus hijos de la escuela hasta que se solucione el problema.

FUENTE: LU15