Los hechos se produjeron en el interior de una vivienda de la localidad de San Antonio Oeste el 30 de octubre pasado. La víctima había mantenido con él una relación de pareja y tenían un hijo en común. 

Entre los argumentos esgrimidos por la acusación tanto pública como privada para pedir la extensión de la medida cautelar, que seguirá cumpliendo en el Complejo Penal de Viedma, se cuenta la necesidad de tomar aún trascendentes declaraciones testimoniales.

Resta también recibir los resultados de las pericias de ADN que se realizan en el Laboratorio de Genética Forense de Bariloche y las pericias a los teléfonos celulares secuestrados, a cargo de la Oficina de Investigación en Telecomunicaciones de la Procuración General. Con los resultados de dichos estudios trabajará en Viedma el Departamento de Análisis científico.

Además de dicha medida cautelar, pesa sobre el hombre la prohibición de contacto por cualquier medio a su hijo, que se extendió también a los abuelos y los tíos paternos.