Una bala por la espalda y su abandono aún con vida en un descampado alejado de la ciudad en una madrugada fría y lluviosa terminó con los sueños de un joven que asomaba a la vida. Hundió a su familia en las profundidades del dolor transformado en lucha para sobrevivir con la esperanza de una justicia que nunca llegó.

Un 15 de junio que se sigue recordando a ese joven que estaba terminando el secundario y como otros tantos aquella noche había salido al boliche. Desde hace seis años también se suma la figura de su mamá Julieta que se fue de este mundo, tal vez con la esperanza de un reencuentro.

Dos juicios y tres imputados que las pruebas desvincularon de la causa. Comisión investigadora legislativa, funcionarios judiciales denunciados, sumarios. Un disparo que hasta ahora no se sabe quién gatilló pero que terminó con una vida joven.

Años de marchas multitudinarias que como la esperanza fueron disminuyendo sin caer en el olvido.

Este viernes en el ingreso a la sede central del Poder Judicial aquí en Viedma, un pequeño grupo que reunió a familiares y amigos recordó a Atahualpa al grito de “presente” con música del altiplano que identifica sus raíces maternas.

CRIMENES IMPUNES DE JOVENES RIONEGRINOS

Lamentablemente el crimen de Atahualpa de apenas 18 no es el único en Río Negro que registra más de 10 años de impunidad con familias desgastadas por el dolor pero no resignadas al olvido.

Otros homicidios de jóvenes siguen esperando justicia como el caso de Raquel Lagunas de 17 y su novio Sergio Sorbellini de 19, ocurridos el 12 de marzo de 1989 en Río Colorado. Dos vidas silenciadas en un marco de completo misterio que se mantiene hace 35 años.

También sigue impune el crimen de Otoño Uriarte de 16 años que desapareció cuando cursaba en un colegio secundario de Fernández Oro. La búsqueda comenzó el 23 de octubre de 2006 y su cuerpo fue hallado seis meses después en la usina del paraje El Treinta de Cipolletti . Fue reconocida solo por un colgante. Se sospecha que fue violada, maltratada y asesinada. Hubo seis sospechosos sobreseidos. Un femicidio que suma 18 años de impunidad.