Juan Carlos Scalesi y Rubén Pereyra presentaron una denuncia por el mal desempeño en sus funciones al juez Favio Igoldi y el fiscal Favio Corvalán. Dicha denuncia surge de la actuación del juez instructor y del agente fiscal, por su ‘desconocimiento del Derecho y su clara y manifiesta animosidad y arbitrariedad sobre nuestras personas’.

Los denunciantes afirman que “les aseguramos Señores Miembros del Consejo de la Magistratura que existe una clara actuación cargada de animosidad, arbitrariedad e intencionalidad de causarnos un daño a nuestra dignidad humana como personas, a nuestro honor y libertad personal. Así actuaron, un juez cargado de animosidad y un fiscal que violó sus responsabilidades, no solo al convalidar un proceso nulo, sino también al prestarse a ser receptor y ejecutor de instrucciones dadas por la parte Querellante”.

Consultado sobre esta denuncia, Scalesi expresó que ‘Igoldi no razona y eso un juez no puede hacerlo. Actuó cegado en nuestra contra, vaya uno a saber quién le ordenó que nos persiga, pero de algo estoy seguro: esta persona no puede estar a cargo de un juzgado y tampoco puede haber un fiscal que no ejerza el rol constitucional de controlar al juez’.

Por su parte Pereyra que ‘el maltrato fue constante. Por escrito le pedimos a Igoldi que no me citara el día que tenía que llevar a mi hija al Hospital, con un turno tramitado hacia tiempo, y entonces me citó para ese mismo día. En ese momento tuve miedo, porque sentí que nos acosaba’.

La denuncia ofrece la totalidad de la causa penal, a la cual fueron sometidos Juan Carlos Scalesi y Rubén Pereyra, para demostrar la existencia del mal desempeño de los funcionarios judiciales denunciados, un juez de instrucción y un agente fiscal.