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Prisión preventiva para Barrera el autor del crimen del joven en el barrio Mi Bandera

El defensor aseguró que no sólo el imputado disparó la trágica noche del jueves.

Isaías Barrera seguirá detenido durante los próximos dos meses por el “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” del que resultó víctima Jorge Nahuelcheo de 16 años, conocido como Coco. La Fiscalía pidió un plazo de cuatro meses para la investigación e igual plazo para la prisión preventiva para este hombre empleado de la Uocra, mientras que su defensor propuso 20 días de detención.

El juez Adrián Dvorzak concedió los cuatro meses para la investigación pero dictó la prisión preventiva de Barrera por dos meses a cumplir en el Penal provincial de Viedma, considerando ese tiempo como razonable y mientras se completa la causa.

El imputado se mantuvo al lado de su abogado durante toda la audiencia en una posición encorvada mirando todo el tiempo el piso y contestando en voz muy baja las breves consultas del juez.

Este mediodía se realizó la audiencia de formulación de cargos en la que la fiscal Paula De Luque le imputó a Barrera, mayor de 35 años, haber sido quien el jueves pasado le disparó a Nahuelcheo con un arma calibre 32 provocándole la muerte.

Detalló que el hecho se produjo apenas pasadas las 21 de ese 9 de mayo en la intersección de las calles 22 y 23 del barrio Mi Bandera.

Según el informe preliminar de la autopsia el disparo ingresó por el omóplato izquierdo atravesando órganos y provocando una profusa hemorragia interna y la muerte del joven quien ingresó en paro al hospital y a los pocos minutos falleció.

En aquella misma práctica fue extraída la bala que corresponde a un calibre 32 que coincide con una vaina de proyectil encontrada en el lugar donde cayó inconciente Nahuelcheo. Un patrullero abrió camino al auto particular en el que trasladaron al jovencito pero nada se pudo hacer por salvar su vida.

De Luque informó en la audiencia que apenas llegaron al escenario del hecho testigos identificaron a Barrera como el autor del disparo y que horas después cuando un policía se acercó a su casa -a escasos metros donde fueron gatillados los disparos- el imputado se entregó confesando que el había sido quien le disparó “al Coquito”, agregando que su madre había sido víctima de un hecho cometido por el adolescente.

Detalló que han sido varios los testigos escuchados hasta el momento y realizados un par de allanamientos con el objetivo de encontrar el celular de Barrera y el arma de fuego utilizada, sin resultados hasta ahora.

Al margen del rápido avance de la investigación, la fiscal sostuvo que restan aún escuchar a varios testimonios, así como identificar a otras personas que estuvieron en el lugar en el momento de los disparos, acompañando tanto a a la víctima como al detenido.

SENAF SIN RESPUESTA

De Luque agregó también que han sido pedidos informes con carácter de urgentes a la Unidad de Arresto Domiciliario por Monitoreo Electrónico -UADME- para determinar el control realizado por esta dependencia sobre la tobillera con la que circulaba el joven de 16 años, así como el seguimiento realizado por parte de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia -Senaf- que lo tenía bajo su tutela. Hasta ayer la Fiscalía no había recibido respuesta alguna de ninguno de los dos organismos, según se indicó en la audiencia.

La fiscal pidió cuatro meses para la investigación y que se dicte la prisión preventiva a Barrera, por igual plazo, fundamentando que si bien el imputado no tiene antecedentes la sanción por homicidio no permite un cumplimiento condicional . Pero reclamó ese tiempo inicial de prisión, sobre todo, por considerar que con Barrera en libertad se corre el riesgo que pueda entorpecer la investigación al influir sobre testigos y que éstos no digan todo lo que vieron y saben del hecho.

Enfatizó en que en el momento de los disparos el imputado no estaba solo y que al margen que se haya entregado aún no fue encontrada el arma utilizada.

De Luque hizo referencia a la problemática que se vive en esa barriada y al temor de muchos vecinos que ni siquiera se identificaron al llamar al 911 para informar sobre lo que ocurría . “Sienten temor de dar información sobre un vecino, cuya familia está a la vuelta de la casa”, tanto como por el uso frecuente de armas de fuego.

Destacó también que más allá del carácter y desenvolvimiento de la víctima “se trata de un joven que perdió la vida”.

HUBO DOS ARMAS

Por su parte, Damián Torres abogado defensor del imputado, destacó que Barrera siempre estuvo a derecho, que no existe peligro de fuga porque tiene arraigo en la zona, vive con su mujer y sus hijos, se entregó espontáneamente y en referencia a la ausencia del arma lo desligó de responsabilidad.

Respecto de la trágica noche señaló que “no hubo solo un arma” en referencia a la bala extraída del cuerpo del adolescente y la vaina encontrada, ambas calibre 32, sino que también fueron encontrados casquillos de 22 que no respondería al imputado sino “indudablemente a la víctima. Hay muchos elementos para pensar en este caso que no solo estamos hablando de un robo por parte del adolescente sino también que en ese momento estaba armado y que vino a atentar contra la vida de mi cliente, lo que será parte de la investigación”.

En ese marco, Torres se mostró confiado en un futuro cambio de calificación a favor de su defendido.