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Para avanzar en la propiedad comunitaria indígena se debe dictar la Ley Especial y concluir el relevamiento nacional afirma el STJ

El Superior Tribunal de Justicia rechazó un planteo del Consejo Asesor Indígena y ratificó que en la Provincia no se puede “establecer con carácter definitivo la existencia y extensión de las ocupaciones tradicionales, ni reconocer formalmente títulos de propiedad comunitaria, mientras no se concluya el relevamiento técnico, jurídico y catastral” que marca la Ley 26.160.

El STJ se basó en los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y del propio Tribunal rionegrino para argumentar su decisión.

Respecto al reconocimiento de la propiedad comunitaria indígena, explicó que “a partir de la normativa constitucional no puede dudarse que el Estado argentino reconoce ese derecho”.

Incluso “en nuestro derecho público local la Ley Integral Indígena D N° 2.287 dispone la adjudicación en propiedad de la tierra cuya actual posesión detentan los pobladores y/o comunidades indígenas existentes en la Provincia”, agregó.

Sin embargo “lo cierto es que hasta la fecha de la presente el Estado Nacional, específicamente el Congreso de la Nación y el PEN, no han logrado concretar el derecho de propiedad comunitaria con el dictado de una ley especial que establezca un mecanismo adecuado de registración”.

Esta Ley especial permitiría “cumplir con la manda constitucional de reconocimiento de la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan y, en cuanto estipula, que ninguna de ellas serán enajenables, transmisibles ni susceptible de gravámenes o embargos”.

La falta de Ley nacional “torna de cumplimiento imposible la orden dirigida a la Provincia de Río Negro”. El STJ recordó fallos recientes del cuerpo: «Es el Congreso de la Nación el que representa al pueblo en su conjunto y es en su seno donde se llevan a cabo los debates parlamentarios que plasman los diversos intereses en juego para arribar a textos legales que recojan la voluntad popular acerca del mejor modo de resguardar los derechos involucrados. Es en ese marco que debe garantizarse a las comunidades la participación cuando se traten cuestiones que afecten sus derechos”.

En el fallo de primera instancia se destacó, en esta línea, que las disposiciones contenidas en la Ley N° 2.287 devienen no operativas, puesto que dependen de un marco normativo nacional que aun se encuentra pendiente de dictado.