Los cambios que promueve el oficialismo implican que el aporte al IPROSS del 4% del salario que realizan los trabajadores activos y del 7% realizado por el Estado, se aplique al total de la remuneración, excepto las asignaciones familiares. Hasta ahora, ese porcentaje se deducía sólo del salario sujeto a aportes (excluyendo las sumas no remunerativas). Además, el proyecto establece que el aporte mínimo mensual obligatorio establecido para cada afiliado directo no sea menor al 4% del Salario Mínimo, Vital y Móvil.

De esta manera, sin compensación mediante, el salario de bolsillo de los trabajadores se vería reducido drásticamente.

“La pregunta que nos hacemos los vocales gremiales en caso de aprobarse la modificación es quién se hará cargo de esa diferencia, ¿los estatales? Eso implicaría un ajuste directo al bolsillo”, señaló Fabio Polizzi, vocal de ATE en representación de los gremios en la Junta de Administración.

Polizzi sostuvo la imperiosa necesidad de llevar a cabo una reforma en el IPROSS. Enfatizó la importancia de garantizar que los avances en la ciencia médica estén al alcance de todos los trabajadores, y abogó por abrir un debate sobre la manera de dotar a la obra social de los ingresos necesarios para su sostenibilidad.

«Existen aspectos ambiguos que, de ser aprobado el proyecto, requerirían ser discutidos. La carencia de recursos en el IPROSS, con esta modificación, dejaría de ser un problema, lo que abriría la puerta para abordar cuestiones postergadas como la actual cobertura en farmacias, los retrasos en el pago de reintegros y la demora en la adquisición de prótesis, entre otros temas», agregó Polizzi.

De aplicarse la reforma, estaría ingresando a las arcas del instituto una cifra cercana a los 1500 millones de pesos mensuales que se adicionarían a lo ya recaudado, por lo que IPROSS podría prescindir de los esporádicos aportes de la Provincia. Sería interesante conocer los tiempos en que estos recursos serían transferidos por la Tesorería.