Los primeros inconvenientes comenzaron a surgir casi al inicio del alquiler del departamento ubicado en un barrio viedmense, cuando las propietarias no cumplían con las mejoras pautadas de común acuerdo entre las partes.

Según explicó la acusación, la inquilina, ante esta falta de repuestas, comenzó a hacer arreglos por cuenta propia aunque la mayor irregularidad se detectó al corroborar que la vivienda no contaba con medidor de EderSA. Ante los reclamos de la mujer que alquilaba, la dueña del departamento comenzó a requerirle que abandone el lugar inmediatamente.

Finalmente en la tarde del día 10 de agosto la locataria junto a su hermana, llegaron a la vivienda y comenzaron a arrojar piedras y amenazar a la ocupante y a sus hijos menores de edad. Con una de las piedras rompen un vidrio de una de las habitaciones de la vivienda, en la que en ese momento se encontraba uno de los hijos, menor de edad.

Agrega la Fiscalía que – dos días después- las imputadas interceptan a los hijos de la víctima y logran entrar a la vivienda junto a ellos, sin autorización alguna, quedándose allí durante algunas horas.

Los hechos descriptos responden a los delitos de daño, amenazas y violación de domicilio ejercido en calidad de coautores por ambas mujeres imputadas.

Si bien la formulación de cargos requerida por la Fiscalía y a cuyos argumentos adhirió la querella, fue admitida por la Jueza de Garantías; la acusación adelantó que se está trabajando en la resolución del conflicto en el marco del cual existen también acercamiento entre las partes en el fuero civil.

No obstante ello, la Magistrada dispuso la apertura de la investigación penal preparatoria por el plazo de cuatro meses en el marco del cual se encuadrarán las mencionadas conversaciones buscando resolver este conflicto.