“No hay sueldo que alcance si cada vez que logramos un incremento nos descuentan hasta el 30% del salario en algunos casos”, dijo Vicente.

“Ningún trabajador debiera ser afectado, porque el trabajo no es ganancia. Pero los asalariados históricamente hemos decidido ser solidarios con los argentinos que peor la están pasando y siempre contribuimos. Ahora bien, con esta inflación tiene que haber una actualización del impuesto constantemente”, agregó.

El pedido de la CTA se centró en los trabajadores de todos los organismos estatales: nacionales, provinciales y municipales; y también en los de la actividad privada.