Javier Iud

Estamos convencidos de que con el pedido de procesamiento, los involucrados deberían tomar distancia y pedir una licencia especial en sus cargos para evitar cualquier tipo de interferencias.

Esto no implica reconocimiento de culpabilidad ni condena anticipada. Se trata primero, de privilegiar a la víctima del hecho y facilitar el avance de la investigación, sin interferencias de ningún tipo. Y en segundo lugar, de transparentar a las instituciones de la democracia, para que podamos demostrar que no existen privilegios, fueros especiales ni formas de escape al accionar de la justicia.

Costó mucho conseguir y consolidar la instancia democrática, y sus instituciones tienen que estar a la altura de lo que eso significa. Y cuando hablamos de instituciones, nos referimos particularmente a los hombres que la componen. Iud y Ojeda han sido electos para cumplir funciones legislativas en un caso, ejecutivas en otro, pero ahora deben demostrar sus dichos presentándose ante la justicia sin fueros, sin cargos, como cualquier ciudadano de a pie.

Creemos también que la justicia debe arbitrar todos los medios para defender a la víctima de cualquier tipo de presiones y operaciones que se puedan venir con la finalidad de hacerla vacilar o retirar su denuncia. Se trata de hechos muy puntuales, donde está en juego el derecho de la denunciante a que se le haga justicia y el derecho de los denunciados a que se proteja el principio de inocencia hasta que se demuestre lo contrario.

En Juntos Cipolletti estamos convencidos de que todo funcionario político, todo representante de su comunidad, tiene que demostrar una ejemplaridad de su conducta y ponerse a disposición de la justicia con gestos concretos más que con declaraciones a la prensa. Por eso entendemos que una buena medida sería que den un paso al costado, con una licencia especial que ponga entre paréntesis sus cargos y prerrogativas, a la espera de una definición judicial.