En sentido opuesto venía otro camión, más moderno, marca Scania. La camioneta intentó el sobrepaso y se produce un contacto primero con el Scania y luego con el Dodge. Un niño de dos meses que iba en este último murió.

Se inició una causa penal contra el conductor de la camioneta, pero debió ser archivada ya que el hombre murió pocos días después, por los politraumatismos sufridos. Entonces, la familia que circulaba en el camión Dodge inició una demanda civil para los herederos del conductor de la camioneta.

De la pericial accidentológica surgió que “el siniestro se habría producido por la maniobra de adelantamiento que realiza la camioneta F-100, con intención de superar la línea de marcha del camión Dodge, sin advertir la presencia del camión Scania que circulaba en sentido contrario, o habiendo calculado mal su velocidad de aproximación, se produce el contacto entre ellos”.

Continuó el especialista: “la camioneta Ford y el camión Scania ensayaron maniobras de esquive. En el caso del camión Scania, trasladándose hacia su banquina derecha; y para el caso de la camioneta Ford intentando retomar su carril. Como consecuencia de dicha maniobra, impacta con su lateral derecho al camión Dodge, que fue desplazado hacia la banquina derecha”.

Luego del análisis de las pericias, de los testimonios y de la prueba documental, la jueza civil de Viedma hizo lugar a la demanda de daños y perjuicios interpuesta por la pareja que iba en el camión Dodge por derechos propios y en representación de sus hijos menores.

El segundo de la camioneta también fue condenado. Junto a los herederos deberán a abonarles a la mujer los gastos médicos y de traslado, una indemnización por incapacidad psicofísica de los sobrevivientes, daño moral, y el tratamiento psicológico. También una millonaria indemnización por el bebé fallecido.