Otra vez la institución entró en un quiebre, producto de la mala relación entre el jefe policial, Mario Altuna y el subjefe Daniel Jara.

La buena relación de ambos quedó muy atrás, para muchos es un inesperado quiebre, porque la gestión en principio, sostuvo a la institución es su peor momento, con la desaparición y asesinato del policía Lucas Muñoz en Bariloche.

Lo más grave ocurrió cuando el jefe de la fuerza estaba de licencia, fue ahí que el segundo jefe realizó algunos movimientos de gente de suma confianza de Altuna.

Muchos hablan dentro de la fuerza, que Mario Altuna dejaría la Jefatura y que Jara lo reemplazaría, pero el gobernador Alberto Weretilneck y el ministro de Seguridad y Justicia, Gastón Pérez Esteban, nada dicen del tema.

Pérez Esteban fue consultado por Lo Principal, sobre la interna, y negó que eso ocurra, “la policía está más ordenada de lo que estaba, y me parece que las internas son cuestiones de pasillo, no me parece que haya nada que así lo acredite”, opinó.

Luego fundamentó: “Tenemos una relación con la cúpula policial que está en perfectas condiciones. Se está trabajando bien, me parece que el resultado está a la vista en términos estadísticos”.
“Vemos una policía más ordenada, y no se puede tener una buena gestión si no hay una armonía de trabajo, una cosa va de la mano de otra”, concluyó.

Las palabras son el deseó del ministro, porque la realidad es otra, la interna es muy grande.

Muchos están decepcionados con Jara, entre ellos algunos legisladores oficialistas, sobre todo por el trato que tiene con la mayoría de los uniformados, no es el mejor, hace notar su jerarquía por toda la jefatura, y no para corregir errores.

Si faltaba algo para agrandar la interna, ahora se sumó el sobreseimiento de los ex jefes policiales imputados en el caso Muñoz.

La pasada semana el juez Bernardo Campana ordenó el sobreseimiento total del ex jefe de Seguridad Vial David Paz; el ex comisario de la unidad Nº 42 Jorge Elizondo; el ex segundo jefe de la Regional Tercera Manuel Poblete y el ex subcomisario de esa unidad José Jaramillo.

Todos habían pasado a disponibilidad, luego que los principales referentes de la fuerza le comunicaran a Pérez Esteban y éste al gobernador del grado de responsabilidad que tenían en la desaparición del uniformado.

Las acusaciones de la mala investigación del caso son cruzadas, en ambos bandos, los que están a favor de Altuna y los que están con Jara, y lamentablemente el caso está sin resolverse, pasado los seis meses del asesinato.