Según describió, se trata de quienes ingresaron a las 7:30 a la División canes de la Policía de Río Negro en donde agredieron y amenazaron a un policía para huir, luego de robar diversos elementos. Los acusados se habían evadido de la Unidad Penitenciaria Federal durante la madrugada del mismo miércoles 2 de junio.

Según la Fiscalía los tres imputados, ingresaron al predio en donde amedrentaron con violencia a un empleado policial a quien agredieron mediante golpes de puño y valiéndose de un caño para luego atarlo, amordazarlo y quitarle su arma reglamentaria con la cual lo amenzaron llegando incluso a gatillar para obligarlo a que les entregue dinero. El seguro del arma impidió el disparo.

Seguidamante, detalló Ortiz, “se apoderaron de la pistola reglamentaria, un chaleco antibalas, cargador de pistola, esposas, un teléfono celular y un handy, entre otros elementos pertenecientes a la Policía de Río Negro”. A ello sumaron pertenencias de la víctima como dinero en efectivo y una motocicleta con la cual se dieron a la fuga.

Instantes después, en el marco de una persecución policial, uno de ellos cayó de la motocicleta y fue aprehendido, para lograr la detención de quienes continuaron su marcha sobre el vehículo a pocas cuadras de allí en cercanías de la intersección de las calles San Luis y Rivadavia.

La calificación legal endilgada a los tres es la de autores del delito de robo doblemente agravado por haber sido cometido en poblado y banda y con el uso de un arma de fuego. El sustento de la acusación se compone por la denuncia penal realizada por la victima, diversas actas e informes efectuados por la fuerza de seguridad, el Gabinete de criminalística y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales. Se cuenta además con gran parte de los elementos que habían sido sustraídos y que fueron secuestrados.

Los Defensores Públicos Pedro Vega y Juan José Alvarez Costa no manifestaron objeciones a la formulación de cargos.

Finalmente, aún su condición de evadidos por delitos de alta gravedad, el Juez de Garantías Adrián Dvorzak hizo lugar al pedido de prisión preventiva entendiendo que aún no había existido requerimiento alguno por parte de los Jueces de ejecución federal que controlan los procesos penales de cada uno de los hombres. Por ello impuso la medida cautelar “a los fines de resguardar el proceso que tramita en la provincia de Río Negro”.