
Escuchas telefónicas cerraron una investigación judicial
Un hecho delictivo es considerado esclarecido cuando se logra dar con el o los autores y se les aplica la sanción que la Ley establece.
Un objetivo no fácil de lograr en todos los casos porque no basta con que la balanza se incline para tal o cual sospechoso. Es necesario tener las pruebas suficientes para acusar a quien, de entrada, se presume inocente.
Pero como en la vida misma suelen existir sorpresas, casualidades. Y esto ocurrió en el marco de la investigación de un hecho grave como fue el robo a una mujer que vive sola, en pleno centro viedmense en la madrugada del 18 de marzo pasado.
A punta de pistola, amenazas y golpes la víctima fue maniatada y obligada a entregar el 1.700.000 pesos que tenía en casa, relojes , joyas, un rifle y un celular, además de los bolsos en los que los delincuentes cargaron lo ajeno.
La investigación judicial a cargo de la fiscal Yanina Estela con la colaboración policial pudo establecer que dos personas de contextura física menuda por ser menores de edad habían ingresado a la casa luego de saltar un paredón trasero, atravesar un ventiluz y sorprender a la mujer mientras dormía.
Una vez en el interior de la casa los primeros ingresantes le abrieron al adulto que esperaba afuera para conducir la operación delictiva.
En el marco de la investigación fueron realizados un par de allanamientos y luego de atar una serie de indicios surgió el sospechoso que, ciertamente, negó y juró cualquier tipo de participación en el hecho. Igual fue imputado pero el trabajo continuó en la búsqueda de más pruebas que lograran el esclarecimiento. Y apareció lo inesperado, la casualidad que permitió el dictado de la prisión preventiva contra Braian Cacho de 30 años.
“LOS PIBES ESTÁN REGALADOS…”
Escuchas telefónicas dispuestas en otro hecho grave permitieron a la fiscal Estela pedir otra audiencia y con las nuevas pruebas agravar las medidas contra este adulto que ahora está en prisión por “robo agravado por el uso de arma, por haber sido cometido en poblado y en banda con la participación de dos menores de edad”.
Para la fiscal “las escuchas aportan a la investigación prueba que es prácticamente irrefutable acerca de la autoría del hecho, ya que se da precisiones sobre el material robado, el arma utilizada, la destrucción de evidencia y la identidad de quienes lo acompañaban en aquel momento, dos adolescentes”.
En tales conversaciones el hombre manifestaba estar sorprendido acerca del avance de la causa luego de allanamientos realizados en su propia vivienda y en domicilios de familiares. Se lo puede escuchar también diciendo que “evitará ir preso” y reconocer que pretende mudarse a la línea sur con su hermano o encontrar algún campo para “acovacharse”.
Al margen de destacar la destreza de los menores para saltar paredones en el hecho que se lo investiga, en las escuchas Cacho también resaltó que “los pibes están regalados porque entran y salen”.
La Defensa oficial del imputado se opuso a su detención señalando que el acusado se «ha mantenido a derecho durante la investigación», asistiendo incluso por propia voluntad a la Defensoría para asesorarse, descartando el riesgo de fuga sostenido por la fiscal y la detención de Cacho apenas conocido el contenido de las escuchas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.