Con este objetivo, hoy en Bariloche se llevó a cabo una jornada de intercambio de experiencias con el fuero de Familia de la ciudad lacustre, que ya implementó el nuevo sistema hace más de un año, con índices de satisfacción de los operadores del sistema superiores al 85 por ciento, según la encuesta anónima elaborada por el Poder Judicial. Debido a su muy buena recepción, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) decidió que se extienda a otras circunscripciones.

El equipo de Familia de Bariloche, encabezado por la jueza Marcela Trillini, trabajó con integrantes de los Juzgados de Familia de Viedma, entre ellos la jueza Carolina Scoccia. Participó también Alfredo Bozzetti, del Centro de Planificación Estratégica.

La OTIF es el ámbito de atención al público. Una de sus áreas internas es la de Receptoría, siendo el punto de inicio de la actuación, centralizando las comunicaciones electrónicas de todos los organismos y está ocupada de la carga de datos del Código de Buenas Prácticas, esencial para la construcción de estadísticas confiables.

La Oficina Integral permite a los jueces desentenderse de tareas administrativas y concentrarse en la labor jurisdiccional. Su creación tuvo lugar tras la verificación por parte del STJ de un constante aumento en las causas de Familia. A partir de allí, la unidad de planificación -encabezada por la jueza Liliana Piccinini- se propuso crear una reformulación funcional, de la cual fueron partícipes los distintos actores. Esa misma unidad diseñó un anteproyecto de Código Procesal del Fuero Familia para la provincia, que finalmente se convirtió en ley.

El objetivo del sistema es atender el crecimiento de la demanda, especialmente en casos de violencia doméstica.