Las respectivas defensas de los imputados consideraron “arbitrarias” las sentencias y recurrieron ante el STJ.

El máximo órgano judicial de Río Negro había convocado a una audiencia para escuchar a las partes para este jueves pero fue suspendida para el 25 de junio próximo, al hacer lugar a la prórroga solicitada por el Defensor General, Ariel Alice.

Sucede que Vitali, uno de los policías condenados cambió de abogado defensor y pidió la asistencia de la defensa pública que será ejercida por Alice, teniendo en cuenta que la audiencia es convocada por el Superior Tribunal de Justicia.

Una vez que el Superior escuche los fundamentos de las partes resolverá si hace o no lugar al recurso planteado por los defensores de los policías.

LAS CONDENAS

El oficial Gabriel Mandagaray, murió el 15 de abril de 2021 ahogado en Bahía Creek, ubicada en la costa atlántica a unos 90 kilómetros de Viedma, en el marco de un entrenamiento del Cuerpo de Operaciones Especiales de Rescate -Coer- de la Policía de Río Negro.

Fue obligado a ingresar al mar tomado de un tronco, con ropa y borceguíes a pesar que el joven informó a sus superiores que no sabía nadar.

En julio del 2023 fueron sentenciados a condenas de cumplimiento efectivo los cuatro policías por el “homicidio culposo” de Gabriel Mandagaray y “abuso de autoridad”.

El Tribunal integrado por Carlos Reussi, Marcelo Álvarez e Ignacio Gandolfi condenó a Alejandro Gattoni a cuatro cuatro años y 10 meses de prisión, a Alfredo Nahuelcheo a cuatro años y seis meses, así como a Maximiliano Vitali Méndez y Marcelo Contreras a cuatro años y tres meses. Además todos fueron inhabilitados para desempeñar funciones policiales.

El Tribunal tuvo en cuenta la reconstrucción de los testigos sobre lo ocurrido, la forma en que se desarrolló el ejercicio en la playa y el ingreso al mar, ambos precedentes del luctuoso desenlace, ubicando en el lugar a los instructores Nahuelcheo, Contreras y Vitali Méndez.

Los jueces consideraron suficientemente determinada la causa de muerte de Gabriel Mandagaray para concluir en que los cuatro imputados «quebrantaron el rol que les cabía en la situación, generando con ello un riesgo no permitido y ese riesgo se concretó en el resultado muerte».

Entre otros fundamentos tuvieron en cuenta que el lugar de entrenamiento fue modificado , cambiando las condiciones estipuladas por la autoridad, incrementando el riesgo. En ese marco los jueces consideraron que “todos son responsables de la realización de una actividad en el mar sin contar con ninguna medida de seguridad y nuevamente, en contrario de las previsiones que la autoridad -en el caso el Jefe de Policía- había establecido».

La condena incluyó un tercer hecho contra Marcelo Contreras por haberle propinado patadas a un cursante, generándole lesiones que requirieron un tratamiento médico.

En noviembre del año pasado el Tribunal de Impugnación confirmó esta sentencia, los defensores recurrieron al Superior Tribunal de Justicia, órgano que escuchará a las partes el próximo 25 de junio.