Emiliano Gatti

En total son 50 hechos los probados, en todos los casos agravados por la edad de las víctimas, menores de 13 años.
Para este tipo de delitos el Código establece una pena mínima de cuatro años de prisión.

No es el primer juicio por este tipo de delitos que se realiza en Río Negro pero si el de mayor repercusión por tratarse de un exconductor de televisión en el Alto Valle conocido también por haber presidido la organización “Juntos para Sumar”.

En realidad, ninguna causa de estas características puede dejar de ser mirada como aberrante, teniendo en cuenta que las criaturas que aparecen en esas imágenes que este tipo de personas consumen y comparten han sido víctimas de abusos sexuales. Muchos de ellos seguramente perdieron la vida por estas razones y los que sobrevivieron marcados para siempre.

En ese marco es imposible imaginar la existencia de individuos deshumanizadas al extremo. De doble faz: aparente solidaridad para el afuera y máxima crueldad interior.

Este juicio oral y público, igual que aquel que lleva al banquillo a un imputado por robo, tuvo además la particularidad de intentar impedir su publicidad con una defensa empecinada en evitar el ingreso de los periodistas, actividad que ejerció su defendidos hasta ser detenido.

El Tribunal no hizo lugar a esos planteos y dispuso que la prensa no podrían ingresar a la sala de juicio sólo en el momento en el que fueran exhibidas las imágenes detectadas en los archivos electrónicos de Gatti. Las pruebas que lo llevaron hasta aquí.

Aquel intento de censura no fue el único episodio llamativo que se vivió en las primeras jornadas de este juicio. Hubo otro no menor que habla de la crudeza de las fotografías y videos consumidos por este periodista de 53 años que se registró el viernes cuando uno de los peritos del Poder Judicial sufrió una descompensación que generó la suspensión de su relato.

Mañana martes a las 9 será retomada la audiencia en la que será definido el orden y la fecha de las declaraciones de los restantes testigos convocados al debate. Resta escuchar a una testigo de la acusación y a todo el bloque de testimonios ofrecidos por la defensa.