El sindicato comprobó que, ante una posible derrota electoral, el oficiliasmo del “sí se puede” hizo ingresar en los últimos días personal contratado en la sede de en Villa Regina, mientras mantiene a trabajadores en negro desde hace una década en varios sectores, entre ellos el archivo histórico del organismo.

«No me parece raro este tipo de maniobras ya experimentadas durante el anterior gobierno, que utilizó el mismo mecanismo y nos obligó a realizar paros totales antes y después de las elecciones presidenciales en varios organismos nacionales», señaló el secretario general electo de ATE, Rodrigo Vicente.

«Esperamos que con la misma rapidez que realizan los pedidos de ingreso de políticos oportunistas, también se solucione la precariedad laboral de los trabajadores del archivo y otros sectores, sobre quienes venimos pidiendo regularizar su situación», añadió el dirigente.

Además, trabajadores advirtieron a través del sistema GDE (Gestión Documental Electrónica) el inicio de trámites internos con pedidos de jefaturas a militantes provenientes del radicalismo para ingresar, sin experiencia previa, en cargos jerárquicos de los Centros de Atención Personalizada (CAP), que se encuentran acéfalos por jubilación de los agentes que cumplían funciones. Entre ellos, los de las localidades de Río Colorado, General Conesa, Catriel y El Bolsón.

Desde el ATE se pide que las jefaturas se cubran con personal de carrera dentro del instituto, con prioridad para aquellos trabajadores que vienen soportando el ajuste implementado durante los últimos cuatro años por quienes hoy definen premiar a sus militantes en delegaciones nacionales.

Ante esta situación, ATE definió a partir de este martes presentarse en estado de alerta, asamblea y movilización sin descartar medidas sorpresivas. Incluso, anticipa que estas podrían replicarse en otras carteras dependientes del Estado nacional, si se verifican similares casos.