La vasta evidencia reunida en el marco de la investigación posibilitó que la condena surgiera de un acuerdo abreviado suscripto por la Fiscalía y la Defensa oficial que implicó que el joven reconociera su participación en los hechos que le fueron endilgados.

La audiencia incluyó un hecho perpetrado el 20 de febrero pasado alrededor de las 6,20 de la madrugada cuando el acusado ingresó a una vivienda ubicada en la calle Primero de Mayo y se apoderó ilegítimamente de un par de zapatillas y una campera. Al ser advertido por su dueño, ambos forcejearon y el hombre pudo huir.

Un mes después, en horas de la madrugada volvió a delinquir en esta oportunidad en la vía pública cuando interceptó a una pareja que caminaba por la bicisenda en inmediaciones del barrio Las Flores. Allí, acompañado por dos adolescentes y valiéndose de dos armas de fuego, redujeron al hombre y apuntaron a la mujer pidiéndoles sus pertenencias para luego darse a la fuga.

En la sentencia el Juez de juicio destaca que “las pruebas arrimadas por la acusación Pública”, acreditan tanto la materialidad de los hechos “como la autoría del imputado”. “Ello se condice y completa con la plena asunción que de los hechos intimados y su participación manifestara el mismo en la audiencia”.

“La Fiscal actuante logró exhibir un sólido y coherente panorama probatorio de cargo, del que asintió el imputado, sin observarse fisuras”, agrega la sentencia.

La pena pretendida por los dos hechos delictivos se unificó posteriormente con una condena de tres años impuesta en la ciudad de Bahía Blanca, constituyendo una pena única de cuatro años y ocho meses de prisión efectiva.